Javier Sierra ha estado en la Universidad contándonos los prolegómenos de su novela El maestro del Prado. El escritor y periodista retrocede 22 años; a su época universitaria, cuando se refugiaba del frío en el Museo del Prado, comía un bocadillo de calamares y pasaba el rato en la Cuesta de Moyano, conocida calle por la compra y venta de libros de segunda mano. Un día tropezó con un señor en el Museo del Prado, quien le explicó las claves de interpretación de lectura de las obras pictóricas. Javier tomó notas de esas claves, que quedaron olvidadas, hasta que un día utilizó esas notas como “percha didáctica“ para empezar a escribir este libro. El escritor nunca supo del nombre real y paradero de aquel maestro que se encontró en el Museo del Prado.
Javier Sierra confiesa que si hubiese podido decidir el lugar idóneo de encuentro con el maestro hubiese sido una cueva rupestre; época en la que ese primer arte tenía un propósito trascendental… casi mágico; este es el arte que le ha interesado a Javier Sierra.
En este encuentro, el escritor nos lleva de paseo a Carmen Posadas y a los asistentes al Museo del Prado, contándonos curiosidades y detalles de cuadros. El primer cuadro con el que nos conecta es El jardín de las delicias, una de las obras más conocidas del pintor holandés Hieronymus Bosch (El Bosco). Seguido nos adentramos en el cuadro El triunfo de la muerte del pintor flamenco Pieter Brueghel; Javier nos explica la relación entre las calaveras del cuadro y las calaveras del alfabeto de Holbein. La siguiente obra pictórica es la que le inspira a escribir la novela, se trata de La Gloria de Tiziano. Por último El infierno de los amantes de Botticelli.
Como no podía ser de otra manera, el encuentro ha finalizado con la firma del libros del escritor.
En definitiva, Javier Sierra en esta novela recupera el propósito real de las pinturas que es explicar una historia y propone otro tipo de comunicación con el arte.
"Más que palabras... no solo hablamos de libros" 
Fue muy interesante !!!
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